Cerámica
La cerámica es un material muy antiguo, que se presta a ser utilizado en diferentes campos de aplicación. Se compone de materias primas de origen natural, arcilla y caolín, a los que se añaden cuarzo y feldespato. Es dúctil durante el procesamiento pero queda rígida al finalizar la cocción. Al producto en bruto se aplica luego el esmalte, una mezcla de cuarzo, yeso, feldespato, dolomita, sustancias opacificantes, agua y cola. Es un material resistente a las altura temperaturas, que tras la fase de cocción a 1280 °C alcanza una elevada dureza y por lo tanto una considerable capacidad de resistencia al desgaste. Esto convierte a la cerámica en el material privilegiado en el sector sanitario y de la higiene pública: de hecho el producto es duradero, inalterable, resistente a los arañazos y a las abrasiones, inmune a los detergentes más agresivos como, por ejemplo, el ácido clorhídrico, muy resistente a temperaturas mínimas o elevadas así como a la exposición a la luz. La cerámica sanitaria es por lo tanto fácil de limpiar. ADVERTENCIA – Las medidas indicativas de todos los lavabos de cerámica pueden sufrir una variación dimensional (en concreto de un 0,8 % aprox.), debido al desgaste de los moldes o a pequeñas variaciones de las características técnicas relativas a las materias primas que componen la masa.